martes, 19 de octubre de 2010

Fundamentos para clasificar y coleccionar monedas (1ra parte)


Sin querer presentarme como un gran experto en la materia, considero que sí puedo realizar ciertos aportes para ayudar a los estimables lectores, particularmente aquellos que se inician en la actividad del coleccionismo de monedas, a organizar y administrar sus colecciones de una forma lógica, adecuada y entretenida para que le saquen el mayor provecho. Considero que a este respecto les puedo enumerar los siguientes consejos:

1) Lo primero que el coleccionista debe tener claro es de qué manera va a organizar las monedas de su colección y cómo va a dirigir sus esfuerzos para conseguir la mayor cantidad de piezas que le permitan completarla o al menos adquirir la mayor cantidad de monedas que pueda.

2) De esta manera, la mayoría opta por coleccionar monedas de determinados países ordenadas por orden cronológico, ya que evidentemente sería muy difícil, por no decir imposible, conseguir las monedas acuñadas en todos los países del mundo; por lo que resulta de lo más recomendable elegir una cantidad razonable de países, diríamos tal vez de uno a cinco, para de una forma metódica y ordenada tratar de localizar, conseguir y/o adquirir todo tipo de monedas emitidas en los países que haya elegido, entre los cuales normalmente debe estar el propio país de origen del coleccionista, y de esta forma ir ampliando y completando la colección. Muchos optan por coleccionar únicamente monedas no circuladas (UNC) o casi no circuladas (AU), pero también las monedas que han circulado pueden resultar interesantes y valiosas.

3) Otros coleccionistas optarán por conseguir y coleccionar monedas de determinado período histórico (basados en guerras, cambios políticos, siglos, décadas, etcétera); así como también cabe la posibilidad de coleccionar monedas por su valor o denominación (monedas de un colón, de un dollar, de un marco, etcétera), por el metal utilizado para su acuñación (oro, plata, bronce, cobre, etcétera), aquellas que tienen errores y defectos en su fabricación o que son consideradas raras, así como también están las monedas emitidas con fines meramente conmemorativos. 
Finalmente la decisión recae en cada uno respecto a la forma en que desea definir y organizar su colección de monedas, pero definitivamente este es el primer paso que deberán cumplir para luego dedicarse a conseguir las piezas que sean de su interés.
     
4) Para finalizar este primer aporte valga indicar que el coleccionista de monedas bajo cualquier sistema  que se elija SIEMPRE deberá preocuparse por determinar tanto el lugar de origen como la fecha de emisión de toda pieza que llegue a sus manos, ya que tales datos son fundamentales para determinar la ubicación de cada moneda en su colección así como su valor real. 
Esto muchas veces puede resultar difícil de establecer, sobre todo si se coleccionan monedas muy antiguas y/o gastadas, de países que ya no existen y/o que ahora son parte de otros, de aquellos que tienen lenguas, costumbres o sistemas numéricos muy diferentes a los que conocemos, y por supuesto cuando el emisor no se preocupa  por consignar en las monedas datos tan relevantes como el país y la fecha de acuñación. En tales casos lo más recomendable es revisar un catálogo actualizado o acudir al consejo de algún experto en la materia que nos pueda ayudar a establecer el verdadero origen y fecha de emisión de cada una de nuestras monedas.   

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